sábado, 15 de noviembre de 2008

Yangshuo (15 de Noviembre)

Despues de acostarnos el dia anterior a las 21.30 h, levantarse a las 7 de la manyana no ha supuesto un gran problema para ninguno de nosotros.

Antes de que nuestra guia viniera a recogernos a las 8 en punto de la manyana, nos hemos dado un merecido homenaje en forma de desayuno con sus huevos fritos , su bacon y sus tostadas francesas. A la hora convenida hemos vuelto a la puerta del hostal donde ya nos estaba esperando Jenny (nuestra guia) para ir a la peluqueria a recoger las mountain bikes y empezar nuestra visita, esta vez guiada, por los alrededores de Yangshuo.

Hemos empezado siguiendo la misma ruta que hicimos ayer, pero esta vez nos hemos detenido en una de las primeras casas por las que pasamos el dia anterior y en la que apenas habiamos reparado. Jenny y sus duenyos nos han invitado a entrar y mostrarnos una casa confortable y con mas de 300 anyos de historia. Los duenyos, c on toda la amabilidad y simpatia del mundo, nos han mostrado algunas de sus costumbres como la de ensenyarnos, por ejemplo, como elaboran el tofu empleando una maquina rudimentaria que Sergio ha hecho funcionar con soltura y que podreis ver en las fotos. Ademas nos han mostrado algunos de sus recuerdos de familia y nos han ofrecido una rodajita de melon (muy rico y dulce). La despedida he terminado con su correspondiente foto de los adorables ancianos.Despues de esto hemos seguido nuestro recorrido por los caminos y "carreteras" de los campos de Yangshuo maravillandonos del espectacular paisaje que disfrutan sus habitantes cada dia del que no nos cansariamos de ver.

Poco despues nos hemos subido a unas barcas de bambu para disfrutar de un relajado trayecto por el rio Yulong. Uno de los "gondoleros" al intentar bajar la barca de Ignacio y Fran de un pequenyo escalon en el rio se ha resbalado y se ha dado un senyor golpe donde la espalda pierde su buen nombre.

Tras este paseo hemos llegado a "puerto" donde Jenny ya nos estaba esperando. Hemos descargado las bicicletas de las barcas y hemos seguido nuestro recorrido por los caminos de Yangsuo donde hemos encontrado a un amigo de Jenny que muy amablemente nos ha invitado a cada uno a una rica mandarina. Poco despues, hemos llegado a una colina llamada Moon Hill. Cuando hemos llegado ya nos estaban esperando unas senyoras para vendernos unos refrescos y agua fresquita para el ascenso que nos esperaba. Nos hemos tenido que patear unos cuantos escalones bastante empinados para llegar a la cima y poder hacernos unas fotitos y ver las interminables montanyas caracteristicas de la zona. A la bajada, nos hemos encontrado una sorpresa en forma de rueda pinchada de la bicicleta de Ignacio. Como no, habia cerca un hombre que Jenny conocia que ha arreglado en un suspiro la rueda y que nuestra guia a pagado sin ningun problema.

Despues de este pequenyo incidente, hemos seguido nuestro recorrido viendo los campos de naranjos y los arrozales del alrededor del rio Yulong. En el camino, nos hemos encontrado un carromato con una de sus ruedas traseras metida en una acequia y, sin pensarlo, nos hemos detenido y hemos ayudado a sacar del atoyadero. Buena accion del dia cumplida. Al poco hemos regresado a la peluqueria a devolver las bicicletas no sin antes ir a comprar los billetes de autobus para volver a Guillin por la tarde y despedirnos de nuestra guia que, a nuestro modo de ver, ha hecho muy bien su trabajo.

Como eran las 2 de la tarde, era el momento de darle al cuerpo otra alegria en forma de copiosa comilona y coronarla mas tarde con un mojito. Despues hemos seguido vagando por las callejuelas de Yangshuo mirando la infinidad de tenderetes y puestos que inundan la parte mas turisticas de la ciudad.

Hemos recogido nuestras cosas en el hostal y nos hemos ido hacia la estacion de autobuses donde hemos conocido a un grupo de chinitas que se han puesto a hablar con nosotros para practicar su ingles.

Y a las cinco y media ha salido el autobus hacia Guillin donde nos hemos dado una ducha reparadora y una merecida cena.

Manyana nos espera Longshen y sus arrozales y otra vez nos toca madrugar, pero seguro que merecera la pena. Por la noche, cogeremos el tren que nos llevara hacia Hong Kong por lo que en un par de dias no podremos contaros todo lo que vaya sucediendo, pero todo llegara.

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